¡FELIZ DÍA DEL DIVINO MAESTRO!
Nuestra Hermandad, como parte integrante de la gran familia que aglutina y vertebra el Carisma del Divino Maestro, se congratula y confraterniza con tan significativa efemérides y que viene a recordar a los verdaderos artífices y protagonistas de esta bonita realidad, sus fundadores; Francisco Blanco Nájera y Madre Soledad Rodríguez.
Desde nuestra Junta de Gobierno, inmersos en la felicidad conmemorativa de los fundadores, compartimos el Carisma que nos inculcaron y que tantos frutos está dando en todos los grupos del Divino Maestro; siendo nuestra Hermandad y su espíritu misionero, un fiel reflejo de todo ello...
"...Las Misioneras del Divino Maestro
son un Instituto de vida apostólica. Realizan su misión con la
fuerza apostólica que dimana de la propia vida, al vivir la plenitud de
la consagración bajo la acción del Espíritu Santo, y con su acción
Evangelizadora colaboran en la Misión Divina de Jesucristo.
Participan en la misión de Jesucristo, Maestro Único, respondiendo a su mandato: “Id y enseñad a todas las gentes”
Estan llamadas a vivir la
Consagración como educadoras, haciendo de la escuela la gran plataforma
de la Evangelización, anunciando a Jesucristo a las nuevas generaciones.
Los Centros Divino Maestro, son una institución educativa al servicio de la persona, “El alumno CENTRO y PROTAGONISTA de la educación”,
intentan lograr sus finalidades, con el estilo, el espíritu, los
principios metodológicos y la experiencia educativa de Francisco Blanco
Nájera y Soledad Rodríguez Pérez.
Los Fundadores consideran la
escuela católica como lugar privilegiado de Evangelización, porque entra
de lleno en la misión salvífico docente de la Iglesia. La escuela ha de
ser la aplicación del principio evangelizador “id y enseñad a todas las gentes”. Cualquiera que sea el contenido de la enseñanza, se explica a la luz de la fe.
El estilo educativo de los Centros
Divino Maestro se fundamenta en una visión verdaderamente integral de la
educación. Teniendo en cuenta el desarrollo armónico de la persona. El
educando va perfeccionando su ser y unificándose en el crecimiento
humano cristiano. Los alumnos aprenden progresivamente a armonizar fe,
cultura y vida.
La formación integral la entendemos como un proceso
continuo, permanente y participativo que busca desarrollar de modo
armónico y coherente todas y cada una de las dimensiones de la persona:
ética, espiritual, cognitiva, afectiva, comunicativa, estética,
corporal y socio-política, a fin de lograr su realización plena en la
sociedad, conduciéndolo hacia una concepción cristiana del hombre, del
mundo y de la historia que le transforme y constituya a la vez en
constructor de una sociedad nueva.
La filosofía educativa pretendida por los fundadores, de plena actualidad hoy, se dirige al hombre en su totalidad. Está orientada a desarrollar en cada alumno todo su potencial humano y espiritual, desarrollo no sólo de la inteligencia, sino de la voluntad que conlleva adquirir hábitos y formar caracteres, conformar el pensamiento y modelar el corazón.
Blanco Nájera afirma “Educar es enseñar a vivir”.
Esto implica, entre otras cosas, la atención e interés por los aspectos
comunitarios de los alumnos, su capacidad de pensar y comunicarse en
grupo, de convivir y trabajar con los demás, la exigencia y firmeza en el
estudio, en las diversas actividades de la vida escolar, la cooperación y
la participación de los alumnos en su propia formación.
Los Centros Divino Maestro se
identifican como una segunda familia. Blanco Nájera concibe la escuela
como espacio-hogar dentro del cual el alumno se desarrolla
progresivamente. “La educación es obra de amor, ternura, abnegación y sacrificio” es
la herencia que identifica nuestros centros en cualquier lugar, donde
se encuentren, como valor esencial de nuestra filosofía educativa. Así como la atención personal a los alumnos, especialmente a los más necesitados,
mediante la aceptación de su persona y situación, valorando no sólo el
rendimiento académico, sino sus cualidades humanas, necesidades e
intereses.
La estructura, organización, metodología, contenidos, estilo y ambiente lo conforman como un Centro en Pastoral, caracterizado por un clima educativo donde se pasa de la escuela-Institución a la escuela-Comunidad, que manifiesta sus valores por medio de auténticas relaciones interpersonales.
Todos los elementos del ambiente educativo están impregnados de espíritu cristiano. La persona de Jesús Divino Maestro y de la Madre Inmaculada se nos muestra como el paradigma hacia el cual se dirige el dinamismo y la acción educativa de nuestros Centros.
En el momento actual, la Institución
pretende recrear la experiencia carismática original y, a partir de
ella, responder de manera significativa a los retos del nuevo milenio, compartiendo con los seglares
el carisma fundacional. La Misión compartida es un modo privilegiado de
recrear hoy nuestro Carisma y ver como se va enriqueciendo al
compartirlo con los laicos".
¡Feliz día del Divino Maestro a todos!
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