martes, 17 de noviembre de 2020

CRÓNICA DE LA FIESTA DEL DIVINO MAESTRO 2020...


     Con este bello y escogido texto de Monseñor Francisco Blanco Nájera que preside el hermoso Cartel conmemorativo, el pasado domingo, día 15 de Noviembre, la familia del Divino Maestro se dispuso a celebrar, un año más, en nuestra ciudad, su festividad por excelencia, su Fiesta más auténtica y significativa; donde se dan cita y se sienten invitados, todos y cada uno de los integrantes de esta gran familia...Misioneras, Coodimas, Profesores, Alumnos, Hermandad, etc, etc.
        Este año, por circunstancias de la adversidad, del destino ó de la Divina Providencia, la Solemne Eucaristía no se pudo celebrar en las instalaciones de nuestro Colegio, como es costumbre, eligiéndose con gran acierto, la Sede Canónica de la Hermandad, nuestro Templo, la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Merced. Una iglesia amplia y confortable que pudiese garantizar la asistencia y adhesión multitudinaria de todos los que quisieran hacerlo, sin incumplir la normativa socio-sanitaria vigente.
        Y para ello, nuestra Junta de Gobierno, con gran acierto y consideración, tuvo a bién, desplazar a la Imagen de nuestro Señor, Jesús Divino Maestro, para que presidiera tan insigne Celebración; gesto que, desde la más sincera humildad, agradecieron todos los hermanos. Y como las casualidades no existen y la iglesia es casa de todos, este atípico año 2020, Jesucristo, el Divino Maestro, que nos conoce bien, quiso que la Merced, resplandeciera y se iluminara de una forma muy especial, haciendo partícipe a su Madre, a María Santísima de la Estrella, a la luz que más brilla de todo el barrio de la Alcantarilla, siendo nuestro faro y guía, indicándonos el esperanzador camino de la ilusión, de la motivación, de la autoestima, del amor y el consuelo que conduce inequívocamente hacia su Hijo y, de esta forma, aliviar nuestras miserias en estos tiempos de pandemia que tanta merma nos están haciendo.


...¡María Santísima de la Estrella, Reina y Señora, adornada con rosas blancas de pureza, perfumadas por la brisa del barrio de la Alcantarilla. Con sus mejores galas y con estrenos, tan sencilla y elegante. Tan pura, guapa y radiante, sonriente y regocijada en su dignísimo altar, sintiéndose orgullosa, necesitando brillar y así, recibir a su Hijo, en su humilde y sencillo pedestal; que así entienden a su Sangre, los hijos de su Hermandad!

¡Ella, no quiere ser más que nadie, ni siente necesidad, tan solo se deja querer, como Madre agradecida, en su Triduo Estatutario, como Inmaculada Concebida, Sin Pecado Original!

¡Ella es la Luz, la que más brilla, desde la Merced hasta la Alcantarilla! 
En medio de las tinieblas y tempestades de la vida. En las horas de duda o tentación. Cuando se nos rebelen las pasiones o seamos débiles, ¡sé nuestra claridad y nuestra paz!¡sé nuestra esperanza y nuestra pureza!¡sé nuestra dulzura y nuestra fuerza!

¡Oh Virgen de la Estrella!¡Que en tí descansen siempre nuestras miradas y nuestros corazones!¡ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión, del servicio y la entrega, de la fe ardiente y generosa, de la justicia y el amor a los pobres, para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra y nadie se prive de su luz!

       Decenas de fieles y devotos nos dimos cita en tan histórica convocatoria, magistralmente presidida por nuestro Capellán y Párroco, D. Juan Jesús Cañete Olmedo que, como es costumbre en él, no dejó indiferente a nadie; predicando desde la coherencia y la sabiduría teológica que llega con facilidad al corazón sencillo de los gentiles.

    ¡Gracias, Jesús!¡Gracias, Divino Maestro! por haber permitido, un año más, celebrar contigo tan significativa y gratificante efeméride, en especial, este año del 75 Aniversario fundacional de la Congregación de Religiosas de las Misioneras del Divino Maestro, permitiendo siga vivo, el carisma de Evangelizar a los pobres abriendo nuevos caminos y horizontes por su gracia divina y la fuerza del Espíritu Santo.

¡Felicidades a todos, miembros de esta nuestra gran familia!
¡Dios os lo pague!




No hay comentarios:

Publicar un comentario